En los últimos años, la tendencia de los nómadas digitales ha experimentado un crecimiento exponencial a nivel global. Personas que trabajan de forma remota desde diversos rincones del mundo, aprovechando las ventajas de la conectividad digital para llevar a cabo sus labores profesionales.
En el caso de España, la promulgación de la Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, comúnmente conocida como la ‘Ley de Startups,’ ha colocado al país en una posición de competencia en la carrera por atraer a estos nómadas digitales.
Esto se ha logrado a través de la introducción de un visado específico para teletrabajadores internacionales, que a su vez presenta beneficios fiscales vinculados a lo que se conoce como la ‘Ley Beckham.’
Sin embargo, las exigencias impuestas por la Seguridad Social han planteado un desafío significativo tanto para los trabajadores asalariados como para las empresas que los emplean. Estas exigencias no solo limitan el alcance de la iniciativa impulsada por el Gobierno, sino que también están conduciendo a muchas compañías a explorar alternativas que, en ocasiones, pueden encontrarse en una zona legal gris.
La Ley de Startups: Una Oportunidad Atractiva
La Ley de Startups ha sido un paso positivo para adaptar la legislación española a una realidad en la que otros países europeos, como Estonia, ya están obteniendo beneficios. Esta realidad se refiere a la llegada de trabajadores altamente calificados de fuera de la Unión Europea que desean aprovechar las ventajas del teletrabajo desde España, un país que ofrece condiciones atractivas. Pamela Mafuz, responsable del área de inmigración y movilidad de nuestro despacho, Baker Mackenzie, destaca que esta norma introduce una categoría migratoria muy flexible y se ha caracterizado por una rápida tramitación.
Los Dos Perfiles de Nómadas Digitales
La Ley de Startups reconoce dos tipos de nómadas digitales: aquellos que realizan una actividad laboral como asalariados y aquellos que son autónomos. Los autónomos no necesitan ser contratados por la empresa cliente y pueden desarrollar actividades paralelas con empresas españolas, siempre y cuando el porcentaje de trabajo para dichas compañías no supere el 20% de su actividad profesional. Esta precaución tiene como objetivo evitar la fuga de tributación y garantizar que los autónomos españoles no se vean en desventaja competitiva.
Además, la Ley de Startups establece que, para obtener el visado, se deben presentar documentos que respalden los términos y condiciones de la actividad a distancia. La relación profesional debe tener al menos tres meses de antigüedad antes de la solicitud, lo que significa que los nómadas digitales son personas que ya han estado trabajando para su cliente antes de llegar a España.
Las mismas exigencias se aplican a los asalariados, con el objetivo de prevenir el surgimiento de falsos teletrabajadores. Estas exigencias no solo garantizan que se cumplan las condiciones legales, sino que también hacen que esta opción sea más atractiva para las empresas.
Desafíos de la Seguridad Social
Sin embargo, las empresas que buscan aprovechar esta oportunidad se enfrentan a un desafío significativo por parte de la Seguridad Social. Esta entidad les obliga a abrir una cuenta de cotización en España para mantener contratado a ese trabajador, lo que equivale, en términos burocráticos, a crear una filial en España. Este proceso desanima a muchas empresas y reduce el impacto de la norma entre los asalariados. Como resultado, la figura del nómada digital, impulsada por la Ley de Startups, se asemeja más a la del autónomo.
Pamela Mafuz destaca que, si bien la normativa española de Seguridad Social acoge la flexibilidad de los teletrabajadores internacionales, lo hace en condiciones que no se ajustan a la visión de la Ley de Startups y que ya se aplican en otros países de la Unión Europea, como Estonia, que buscan atraer nómadas de todo el mundo.
Desplazados vs. Nómadas
Un problema que ha surgido radica en la falta de distinción entre el trabajador desplazado tradicional y el nuevo teletrabajador internacional o nómada. A pesar de sus diferencias significativas, la legislación española de Trabajo y Seguridad Social no contempla estas distinciones. La Ley de Startups busca fomentar que los nómadas digitales elijan España como su lugar de trabajo, pero las regulaciones actuales no están completamente alineadas con este objetivo.
En este contexto, muchas empresas que buscan reubicar a sus nómadas digitales están considerando la figura del «Employer of Record» (Empleador Registrado), que externaliza los trámites de recursos humanos de empresas internacionales en países donde no desean abrir filiales. Si bien esto ahorra costos, también conlleva riesgos de incurrir en lo que la legislación española considera una cesión ilegal de trabajadores. Además, en el caso de los nómadas de la Ley de Startups, quedarían excluidos de los beneficios del visado, ya que la empresa que les subcontrata es española.
Una Regulación Armonizada y Flexible
En respuesta a esta situación, es crucial impulsar una «regulación 2.0 armonizada» que satisfaga la necesidad de atraer talento nómada a España en condiciones atractivas. Esto permitiría que estos profesionales elijan España como su lugar de trabajo de forma más sencilla y efectiva. La Ley de Startups es una oportunidad valiosa, y en Campos Asesoría Fiscal estamos comprometidos a brindar orientación y asesoramiento experto para quienes deseen aprovecharla al máximo. Contáctanos para resolver todas tus dudas y obtener asesoría fiscal de alta calidad en este ámbito en constante evolución. Estamos aquí para ayudarte a navegar por las complejidades fiscales y sociales que enfrentan los nómadas digitales en España.